danzas del paloteo

piedralaves y hoyocasero

desde la Edad Media

Las danzas de palos, tal y como nos han llegado a nosotros, no se diferenciaban mucho de las danzas rituales de muchos de nuestros pueblos en su mayoría ligados a la celebración del Corpus Christi, especialmente a finales de la Edad Media.

Es a partir del S.XV, cuando aparece documentación sobre este tipo de danza y donde se  pueden localizar documentos que aún siguen perviviendo en las danzas rituales, permitiendo diferenciar su indumentaria, las letras de los lazos y los instrumentos predominantes. Todo ello gracias a las cofradías encargadas de que estas joyas perduraran y pudieran pasar de padres a hijos hasta nuestros días.

Lazos, laudes y cántaros

Los hombres han sido durante siglos los protagonistas de las danzas de Palos. Ocho danzantes y un gracioso (vestido de forma diferente y encargado de corregir y castigar al que se equivoca), junto a los músicos eran los personajes encargados de ejecutar los lazos. Cada lazo se repite cinco veces, en algunos lugares como en Piedralaves se realiza con guitarras, laudes y cántaros, mientras que en Hoyocasero es la gaita y el tamboril los que llevan el ritmo del baile.

Algunos de los lazos cuentan con letra, que relata momentos históricos, y que contienen letras religiosas, relativas a los oficios o satíricas.

Coreografías únicas

Pero además, existen elementos que hacen que este tipo de manifestaciones exijan el grado de protección que solo a las autoridades compete. Hablamos también de la indumentaria como elemento clave, sus ornamentaciones, y complementos los hacen únicos.

La música y el texto de los lazos, que se convierte en un elemento con seña de identidad propia. Pero no debemos olvidar que es la rítmica de los lazos con estructuras binarias, terciarias o quinarias, con coreografías únicas, las convierten en un elemento característico del folclore y la cultura española.

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